Fiestas Navideñas 2025, 2026 y 2027

Fecha de las fiestas navideñas

Fiestas Navideñas estan programada en las siguientes fechas:

Fiestas navideñas

De una manera de lo más peculiar y no oficial, las fiestas de Navidad comienzan en España el 22 de diciembre, día del sorteo de la Lotería de Navidad. Este sorteo es el más importante del año, tanto por los premios como por la repercusión que tiene en todo el país.

Todos los españoles estamos pendientes ese día de la radio o de la televisión, esperando a que salga «El Gordo» (el 1er premio), para poder celebrarlo aunque no nos haya tocado.

Porque, ¿quién no lleva un décimo de la Lotería de Navidad?

El 21 o 22 del mes empiezan las vacaciones escolares, que se prolongarán hasta el día 8 de enero. Los aeropuertos, las estaciones de trenes y de autobuses y las carreteras empiezan a llenarse de maletas y de las caras sonrientes de jóvenes y menos jóvenes que «vuelven a casa por Navidad».

El ambiente de las ciudades y de los hogares es frenético. Las calles principales y los comercios se engalanan, vistiendo los escaparates con sus mejores galas e invitándonos a hacer nuestras compras navideñas.

Hasta los pueblos más pequeños se llenan de luces que se encenderán al anochecer, de flores de Pascua, de árboles de Navidad, de Belenes.

Si el color de la Navidad es el rojo intenso de la flor de Pascua, el olor es el de las castañas asadas en la calle. Ambos nos transportan a la infancia, y nos acompañarán siempre.

Casi por arte de magia, las estaciones de trenes, los aeropuertos, las calles y los hogares tomaran vida, una vida que huele a mazapán y a turrón, y que suena a villancico, mientras niños y mayores adornan las casas para dar la bienvenida a estas entrañables fiestas.

El 22 de diciembre en Palma de Mallorca, la catedral se prepara para celebrar el famoso rito litúrgico del «Canto de la Sibila», drama medieval que anuncia un Juicio Final apocalíptico (con origen en un culto pagano).

Es interpretado a capela y en latín por un muchacho/a ataviado con una túnica blanca, que va recorriendo la iglesia hasta llegar al coro, donde dibuja una cruz en el aire con una espada.

Cuenta la leyenda que las sibilas eran una ancianas que profetizaron el fin del mundo. Por eso, este ritual se celebra los días anteriores al nacimiento del niño Jesús, como última esperanza para la salvación.

Mientras tanto, en todo el país, siguen los preparativos en los hogares. Hay que montar el Belén, una gran tradición en España. El portal de Belén, una costumbre de origen religioso, es una representación del nacimiento de Jesús. 

Se montan Belenes en hogares, comercios, calles, iglesias... Algunos son verdaderas obras de arte. Según los historiadores, esta escenificación del Belén es una tradición italiana que Carlos III hizo traer de Nápoles en el siglo XVIII.

Una costumbre única en España es la representación de los Belenes vivientes. Vecinos y asociaciones participan para dar vida a la escena del nacimiento del niño Jesús.

Estos belenes nos ofrecen la posibilidad de sumergirnos en un mundo de dromedarios, ovejas, pastores, romanos y personajes que forman parte de la historia. Todo un deleite para los más pequeños, e incluso para los mayores. El personaje más entrañable de los belenes catalanes, figura favorita de los niños, es el «caganet».

Se trata de una figurita de belén que representa a un pastorcillo con los pantalones bajados, en cuclillas y haciendo de vientre. Su origen se remonta a finales del siglo XVII y principios del XVIII, y se cree que es un símbolo de prosperidad y buena suerte para el año que comienza, pues es el encargado de fertilizar la tierra. No puede faltar el árbol de Navidad, un abeto natural o artificial que los niños disfrutan decorando con todo tipo de adornos.

La tradición de las bolas y adornos que cuelgan de él fue creada en el siglo XVIII por los sopladores de vidrio de Bohemia. El árbol de Navidad procede de la tradición ancestral del culto a los espíritus de la naturaleza, y simboliza la fecundidad y la inmortalidad.

Con las ciudades y pueblos iluminados, los hogares engalanados, las risas de los niños felices y nerviosos ante tanto ajetreo, las familias reunidas, llega el atardecer del 24 de diciembre, Nochebuena.

En muchos pueblos aún se conserva una preciosa y jovial tradición: salir a pedir el aguinaldo. Los niños salen en grupo, cantando villancicos, armados de los típicos instrumentos musicales de estas fechas: la zambomba y la pandereta. Si no tienen estos instrumentos también pueden improvisar, usando una cuchara y una botella de anís «El Mono» a modo de carraca.

Casa por casa van cantando y pidiendo el aguinaldo, y vuelven felices con sus bolsas llenas de tesoros: caramelos y dulces. Al anochecer, toda la familia se reúne en casa para celebrar la Nochebuena. Una preciosa palabra que nos invita a reunirnos con nuestros seres queridos en torno a una mesa.