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Fecha de las fiestas de San Fermín
La fiesta de San Fermín o «los Sanfermines» está programada en las siguientes fechas:
- del domingo 6 al lunes 14 de julio de 2025
- del lunes 6 al martes 14 de julio de 2026
- del martes 6 al miércoles 14 de julio de 2027
La fecha es fija, del 6 al 14 de julio.
San Fermín – Pamplona (Navarra)
San Fermín o «los Sanfermines» se celebra en Pamplona (Navarra) todos los años del 6 al 14 de julio. Estas fiestas se celebran en honor a San Fermín, Patrón de Navarra. Desde el punto de vista religioso, esta celebración conmemora el martirio de San Fermín en Amiens (Francia).
Origen
La celebración de las fiestas en honor a San Fermín se remonta a la época medieval, conmemorando el martirio del Santo en Amiens.
En un principio, en el mes de julio se celebraban solamente las ferias de ganado y la feria taurina, mientras que los festejos y la procesión en honor a San Fermín se celebraban en el mes de octubre.
Los pamploneses, cansados del mal tiempo del mes de octubre, consiguieron cambiar la fecha de la fiesta religiosa al 7 julio. De este modo, desde 1591, la celebración religiosa coincide con las ferias de ganado y las corridas de toros.
Poco a poco, el pueblo fue modificando unas tradiciones que, con el transcurrir del tiempo, fueron adquiriendo carácter y definiendo la fiesta, a pesar de la férrea oposición del poder eclesiástico y político.
En el siglo XX, la fiesta alcanzó su máximo esplendor con Ernest Hemingway y la publicación de su libro «Fiesta» (The Sun Also Rises, 1926), convirtiéndola en un evento mundialmente conocido. De esta manera, los Sanfermines pasaron de ser un evento festivo-religioso local y provincial casi desconocido, a ser un evento internacional que atrae cada año a miles de visitantes.
Celebración
«Pamploneses, pamplonesas, ¡viva San Fermín!, ¡gora San Fermín!». Con este grito ritual y con el lanzamiento del «chupinazo» (cohete) desde el balcón del ayuntamiento, ante una multitud enfervorecida, comienza la fiesta de San Fermín, a las 10 de la mañana del 6 de julio.
La muchedumbre allí reunida, vestida de blanco y blandiendo en el aire un pañuelo rojo, espera el chupinazo con alegría. El pañuelo rojo es un distintivo de la vestimenta típica de las Fiestas de San Fermín, tanto que la tradición dice que lo puedes llevar anudado al cuello mientras las fiestas estén vivas.
La ciudad se tiñe de blanco y rojo, de vino y de cava que corren a raudales por las calles, porque San Fermín es una fiesta única que se vive en la calle.
El encierro, acto central de los Sanfermines, es una carrera con 6 toros salvajes y 6 cabestros.
El primer encierro se celebra al día siguiente, el 7 de julio. A las 8 de la mañana se abren las puertas del corral de Santo Domingo y cientos de personas corren delante de los toros, siguiendo un trayecto por el casco antiguo de la ciudad que desemboca en la plaza de toros.
Y con cada encierro, cada mañana a las 8 en punto, un pueblo entero, un país entero, contiene el aliento con la salida de los toros. Los espectadores se sobrecogen cuando un corredor cae al suelo, o cierran un instante los ojos en una súplica silenciosa a San Fermín cuando los pitones de un toro hieren a uno de esos locos-valientes Sanfermineses...
Aunque al día siguiente, con el siguiente encierro a las 8 en punto de la mañana, la tensión, la emoción y el temor nos embargarán de nuevo en estas fiestas que con tanta pasión se viven.
Del 7 al 14 de julio se repite esta corta carrera, que apenas dura 3 minutos. El riesgo y la emoción acompañan a los participantes y al público presente en los 825 metros de distancia del recorrido.
Durante el encierro, se lanzan cohetes que indican a los corredores los diferentes momentos del encierro.
Todos los días, minutos antes de que comience el encierro, se produce uno de los momentos más emotivos de la fiesta. En la cuesta de Santo Domingo, frente a la hornacina de San Fermín, los corredores entonan tres veces el canto «A San Fermín pedimos», solicitando la protección del Santo:
«A San Fermín pedimos, por ser nuestro patrón, nos guie en el encierro dándonos su protección».
El día 7 a las 10 de la mañana sale la procesión de San Fermín y, tras el encierro, la fiesta continúa cada día con el caldico, el vino, el cava, el chocolate con churros, los desfiles de gigantes y cabezudos, las verbenas, los conciertos, las exhibiciones de danza y fuegos artificiales, ¡la algarabía total!
San Fermín acaba el 14 de julio a medianoche, cuando la gente se reúne en la plaza del ayuntamiento donde encienden una vela, se quitan el pañuelo rojo del cuello y entonan un canto final de lamento, el «pobre de mí».
Durante 9 días, pamploneses y visitantes, vestidos con el traje blanco (pantalón y camiseta) y rojo (fajín y pañuelo), se dejan llevar por el espíritu festivo que invade las calles de la ciudad.
Otros Ritos
- Estruendo: entre semana, sin día fijo, unos cuantos Sanfermineros (la participación es libre) se juntan armados con bombos, tambores y diversos artefactos y, desde la parte trasera del ayuntamiento, empiezan un ruidoso concierto. Justo antes de la medianoche sale el «estruendo» recorriendo, durante 3 o 4 horas, las calles de la ciudad. Tras aceptar las numerosas invitaciones a beber que les son propuestas, ponen punto y final a la música y a la juerga, «contentos pero chispaos».
- El baile de la alpargata: el baile de la alpargata es muy madrugador. Empieza a las 9 de la mañana en el casino principal de la ciudad. Se llama así porque hace muchos años, cuando comenzó esta costumbre, la gente acudía al baile tras el encierro, calzando este típico calzado.
- Tirarse de la fuente: los extranjeros han puesto de moda trepar a lo alto de la fuente de Sta. Cecilia y tirarse en plancha, esperando ser recogidos por los que están abajo.
- Guiri del año: cada año se entrega un premio al guiri (extranjero) del año, con el que se reconoce al extranjero más loco por los Sanfermines. El «Guiri Day» es el día del homenaje al extranjero. Se visita al premiado en su país de origen para entregarle un premio (un globo terráqueo con cuernos), y luego, en San Fermín, se organiza una comida con todos los premiados de años anteriores. A la misma mesa se sientan guiris de Alemania, Australia, Marruecos, Estados Unidos, Suecia, Japón, Reino Unido, Francia o Rusia que, a pesar de hablar idiomas distintos, se entienden perfectamente. ¡Todo un espectáculo!