Carnaval 2025 en España

Fecha del Carnaval

El Martes de Carnaval está programado en las siguientes fechas:

La fecha puede variar. Normalmente cae 47 días antes de Pascua.

El Carnaval en España

El Carnaval es sinónimo de fiesta, buen humor, música, color, banquetes, caretas y disfraces. El desenfreno, las parodias, las tradiciones y la diversión invaden las calles de las ciudades y pueblos de España.

Es la fiesta popular por excelencia, en la que todo el mundo participa, tanto los niños como los adultos. Las fiestas de Carnaval se celebran cada año en el mes de febrero, aunque su fecha es variable. Dicha fecha se calcula restando 40 días al Domingo de Ramos. Así se obtiene la  fecha del Miércoles de Ceniza, que es el final del Carnaval.

Toda la semana anterior al Miércoles de Ceniza es la semana de Carnaval:

Origen

A lo largo de la historia, el Carnaval ha estado asociado tanto a celebraciones paganas como religiosas. Los historiadores se remontan al Egipto y Sumeria de hace 5000 años como inicio de esta celebración, siempre relacionada con la adoración a algún dios. Otras fuentes la sitúan en la antigua Grecia y Roma, ya que los griegos celebraban las fiestas Dionisiacas en honor a Dionisos y los romanos las Saturnalias, en honor al dios Saturno.

La celebración del Carnaval en las sociedades cristianas tuvo un enorme auge, ya que suponía un tiempo de enorme permisividad y desenfreno, pues la Iglesia Católica prohibió el consumo de carne en la Edad Media durante la Cuaresma.

Con la expansión del cristianismo, la fiesta recibió el nombre de Carnaval (literalmente «quitar la carne»). En el Renacimiento, esta fiesta se introdujo en las cortes europeas, lo que supuso un refinamiento en su celebración. Su máximo esplendor llegó en el siglo XVI en la Florencia de los Medicis, donde se celebraba con danzas, desfiles y espectaculares vestidos.

Sea cual sea su origen, lo cierto es que en todas las culturas y épocas existen celebraciones relacionadas con el fin del invierno, la naturaleza y las divinidades, de las que aún se conservan ritos y simbologías que, a través de los tiempos, perduran en las actuales fiestas de Carnaval.

Celebración

En España, el Carnaval suele empezar con un pregón, seguido de desfiles en la calle, concursos de disfraces, teatro callejero... El momento culminante es el Martes de Carnaval, último día en que se podía comer carne hasta Pascua. La fiesta termina al día siguiente, el Miércoles de Ceniza, con el entierro de la sardina.

Este entierro es un cortejo fúnebre que tiene como protagonista a una sardina, símbolo del adiós a los placeres y la tristeza por la llegada de la Cuaresma. Los Carnavales más conocidos, que por su originalidad, belleza y espectacularidad han sido declarados de Interés Turístico Internacional son los de Cádiz (Andalucía), Santa Cruz de Tenerife (Islas Canarias) y Águilas (Murcia). Pero en España, un país tan variopinto y tan rico en ritos, tradiciones y costumbres, existen múltiples, curiosas e imaginativas maneras de celebrar el Carnaval:

Cádiz (Andalucía)

Es el Carnaval de las comparsas, los coros y las chirigotas. Las comparsas interpretan música y baile con llamativas coreografías.

Las chirigotas y murgas cantan canciones acompañadas con algún instrumento musical de fabricación casera, interpretando su propias canciones satíricas de carácter irreverente basadas en acontecimientos o personajes de la actualidad.

Santa Cruz de Tenerife (Islas Canarias)

Es uno de los Carnavales más importantes del mundo. El desfile de las aspirantes a Reina del Carnaval es un espectáculo único, luciendo ostentosos trajes de plumas y pedrería que llegan a pesar hasta 200 kilos y que son verdaderas obras de arte llenas de imaginación y fantasía.

Isla de La Palma (Islas Canarias)

La ciudad revive la vuelta de los isleños emigrados a América con  música en las calles. Las mujeres se adornan con joyas y visten finos vestidos blancos, mientras que los hombres llevan trajes de lino y sombreros, indicando con su apariencia que les fue bien en ultramar.

El polvo de talco cubre la ciudad y a los lugareños durante todo el día en una batalla campal.

Águilas (Murcia)

Espectaculares disfraces, música, color, desfiles, concursos y dos tradiciones: el lanzamiento de «cascarones» (huevos rellenos de papelina), y beber una poción mágica que despierta el espíritu carnavalesco.

Bielsa (Huesca)

La fiesta comienza con un muñeco hecho con ropas viejas rellenas de paja llamado Cornelio Zorrilla. Este bandido encarna todos los males y será juzgado, colgado de la fachada del ayuntamiento y condenado a ser quemado en la hoguera.

Los jóvenes solteros se visten de diabólicos seres mitad hombre mitad macho cabrío. Cubiertos por una gran piel, se tiznan la cara con hollín y aceite y recorren las calles del pueblo asustando a los niños con el ruido de sus cencerros. Las jóvenes del pueblo encarnan a «las madamas», vestidas elegantemente.

Otros personajes son el oso, protagonista de numerosas leyendas de los pueblos pirenaicos, que despierta de su letargo para anunciar el fin del invierno y su domador, así como una anciana que carga a sus espaldas a un hombre, una ancestral parodia del machismo.

Cintruénigo (Navarra)

Las tardes del sábado y del domingo de Carnaval, los vecinos de esta localidad se visten de «zarramuskeros», típicos personajes armados con cualquier cosa que pueda manchar a quienes no van disfrazados: harina, serrín, azulete...

Una tradición que se ha ido suavizando con el tiempo, ya que hace años arrojaban huevos y excrementos, o se ponían pinchos en la ropa para arañar a las mujeres.

Una prueba palpable de que las costubres cambian...¡en este caso para bien!

Lanz (Navarra)

Cada martes de Carnaval, este pequeño pueblo representa la captura, el juicio y la muerte en la hoguera del malvado bandido Miel Otxin, una tradición al parecer basada en hechos reales.

Se trata de un gran muñeco de 3 metros de altura con los brazos en cruz, al que acompañan un personaje gordo y torpe, un caballo y los agresivos lugareños, en una gran parodia en la que no falta la música del chistu y del tamboril.

Laza, Xinzo y Verín (Orense)

Estas tres localidades de Orense reúnen algunas de las tradiciones más antiguas relacionadas con el Antroido (o Entroido), que es como se denomina en Galicia a estas fiestas de origen celta en las que todo el mundo sale a la calle disfrazado.

Arrancan con una batalla campal de harina y siguen con una pintoresca guerra con trapos llenos de barro y con la llegada de un vecino disfrazado con una cabeza bovina, que arroja al público hormigas rabiosas.

Cuentan con personajes propios, como los «peliqueiros», los «pantallas» y los «cigarrones», ataviados con ropas vistosas, grandes máscaras de madera y una ristra de cencerros a la cintura.

Llodio (Álava)

Según cuenta la leyenda, la Bruja de Lezeaga vivía en una cueva cercana y atraía con sus cantos y sus malas artes a los pastores del pueblo. Por eso las cuadrillas la capturan, la pasean y la condenan a morir en la hoguera cada año.

Pontevedra (Pontevedra)

Este carnaval está dedicado a un loro llamado Rovachol, que existió realmente hacia 1900. Fue la mascota del boticario, don Perfecto.

Su trágica muerte, se dice que por empacho de pasteles en pleno Carnaval, conmovió a la comarca. Se le organizó un velatorio y un multitudinario entierro, que se siguen representando todos los años.

Santoña (Cantabria)

El protagonista del Carnaval es un enorme besugo enamorado, que rapta a una sirena y acaba siendo juzgado en el fondo del mar.

Terminará condenado, ajusticiado y enterrado en un solemne funeral, al que acude una cohorte de murgas y comparsas, todas disfrazadas de diferentes peces.

Solsona (Lérida)

Cuenta la leyenda que los vecinos del pueblo enviaron un burro a comerse las hierbas que habían crecido en el campanario de la catedral.

Por ser la escalera estrecha, los encargados decidieron subir al animal colgado del cuello. El animal, agonizante, se meó sobre el público presente.

Hoy en día se sigue rememorando la historia, con la famosa «Colgada del burro», aunque hay que aclarar que el animal actual es de cartón-piedra y peluche, y está relleno de agua.

Ciudad Rodrigo (Salamanca)

El Carnaval del Toro une Carnaval, encierros y toreo. Muy interesante resulta el encierro a caballo, en el que se conduce a los toros bravos desde las dehesas vecinas hasta la ciudad.

Tarazona de la Mancha (Albacete)

Durante los seis días que duran sus fiestas, se alternan las comparsas y los pasacalles. El segundo sábado de Carnaval celebran su jornada más singular.

Para esta ocasión, el disfraz consiste en una manta sobre el cuerpo, una caja de cartón en la cabeza y una tela tapando la cara. En la mano llevan un matamoscas de colores y un frasco con agua de colonia o talco.

Así ataviados, los participantes van diciendo a la gente que los mira: «¡Ay, qué tonto eres, que no me conoces!».

Villarrobledo (Albacete)

Personajes enmascarados toman las calles y las casas de la ciudad con sus bailes, parodias y desfiles.

La originalidad de este Carnaval radica en algunos actos que lo hacen único: la llegada de los Juanes (una especie de cuervos de la zona que inspiran el disfraz), el concurso de bodas (parodia de enlaces famosos o imaginarios, cura e invitados incluidos), el rastrillo y la Noche del Orgullo Manchego, ¡una excelente oportunidad para reírse de uno mismo!

Villar del Arzobispo (Valencia)

Aquí se celebran el velatorio y entierro de una morcilla. El sábado se procede a una original tradición que consiste en inmolar un muñeco a escala natural que encarna al personaje popular más odiado del año (políticos, casi siempre).

Villanueva de la Vera (Cáceres)

Caras tiznadas, llantos, bailes, disfraces y folklore. Toda la fiesta gira en torno al «Peropalo», un muñeco de tamaño natural vestido de negro, relleno de paja y clavado en un palo.

Los habitantes se posicionan a favor o en contra del pelele, y dos grupos de personas se entrecruzan corriendo y chocando.

Finalmente, será sentenciado, desnudado, decapitado, manteado y quemado, entre llantos de plañideras y bailes de alegría. El festejo se termina con una jota protagonizada por tamborileros.

Vilanova i la Geltru (Cataluña)

Estas fiestas se celebran con tradiciones muy dulces, como «La Merengada», una batalla de pasteles de merengue, o con la llegada de su personaje más característico, un pájaro humano desnudo y embadurnado de miel que recorre las calles de la ciudad metido en una caja llena de plumas.

Todas estas tradicionales y populares celebraciones de la cultura y carácter de nuestro país tienen varios puntos en común: son muy divertidas y llenan las calles de música, baile y colorido.

Por eso, si te cruzas con un oso hormiguero en la puerta de tu casa, con un zombi o un gladiador romano en la farmacia, o si de repente tu vecino se parece a la rubia de tus sueños, no creas que estás perdiendo la cabeza, ¡es CARNAVAL!

No lo dudes dos veces, conviértete en lo que tú quieras, ponte una careta y sal a la calle a disfrutar de la fiesta. ¡Solo es Carnaval una vez al año!